Agroexportaciones peruanas crecen con fuerza gracias al riego tecnificado

El riego tecnificado viene marcando un antes y un después en el agro peruano, impulsando exportaciones, productividad y sostenibilidad en diversas regiones del país.

En el primer trimestre de 2025, las agroexportaciones peruanas alcanzaron los US$ 2.997 millones, lo que representa un notable crecimiento del 21,2% frente al mismo periodo del año anterior. Este desempeño sobresaliente no es casualidad: responde en gran medida a la expansión del riego tecnificado en diversas regiones del país. Tecnologías como el riego por goteo o aspersión han permitido mejorar de forma sustancial la eficiencia en el uso del agua y aumentar los rendimientos por hectárea, factores que inciden directamente en la competitividad de los productos agrícolas en el mercado internacional. Esta mejora ha beneficiado a una amplia gama de cultivos, desde los tradicionales como el café y el cacao, hasta frutas de alto valor comercial como arándanos, uvas, mangos y paltas.

Uno de los casos más notables es el del cacao y sus derivados, cuyas exportaciones crecieron un impresionante 129% en este periodo. Las uvas, por su parte, crecieron un 21%, mientras que otros productos como el espárrago y la palta también mantuvieron cifras positivas. Esta evolución ha sido posible gracias a una agricultura cada vez más tecnificada, donde el uso eficiente de los recursos es fundamental. El riego tecnificado permite controlar con mayor precisión el suministro de agua, lo que no solo mejora la calidad de los productos, sino que reduce costos operativos y prolonga la vida útil de los cultivos, especialmente aquellos con características delicadas y alto valor de exportación.

El Gobierno peruano, a través del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), ha identificado este avance como estratégico y, por ello, ha lanzado los “25 Proyectos Emblemáticos del Sector Agrario”. Entre estos, destacan las grandes obras de irrigación como Chavimochic III, Majes Siguas II, Chonta, Iruro, Yanapujio y Zaña, que permitirán incorporar cerca de 70.000 nuevas hectáreas bajo sistemas de riego tecnificado. La inversión estimada supera los S/5.200 millones y su implementación podría generar alrededor de 750.000 empleos permanentes en el campo, reactivando economías regionales y posicionando al Perú como un referente de agricultura sostenible y de alto rendimiento en América Latina.

A este impulso se suman iniciativas regionales como el Programa de Siembra y Cosecha de Agua en Cajamarca, donde se han construido nuevos reservorios con capacidad de almacenar hasta 10.000 m³ de agua. Estas obras no solo buscan asegurar el abastecimiento hídrico durante todo el año, sino también fortalecer la producción agrícola en comunidades rurales, donde los pequeños productores son actores fundamentales de la cadena agroexportadora. Además, se proyecta la construcción de más de 1.200 pozos y 1.000 reservorios adicionales en distintas regiones del país, lo que permitirá ampliar la frontera agrícola de manera ordenada y sostenible.

El avance del riego tecnificado está redefiniendo el perfil del agro peruano, elevando sus estándares de productividad, sostenibilidad y competitividad. Este modelo no solo impulsa las exportaciones en el corto plazo, sino que crea las condiciones para un desarrollo agrícola más resiliente y equitativo, con impacto directo en el bienestar de miles de familias rurales. En un contexto internacional exigente y competitivo, la capacidad de adaptar tecnología al campo será una de las principales ventajas comparativas del Perú para consolidarse como un actor clave en el comercio global de alimentos.

Las navieras no son simplemente intermediarias del transporte marítimo; son piezas estratégicas en el engranaje del comercio exterior. Su capacidad para conectar mercados, adaptarse a las condiciones cambiantes del comercio global y ofrecer soluciones logísticas completas las convierte en aliadas indispensables para las exportaciones e importaciones peruanas. Para las empresas del país, comprender el funcionamiento de estas compañías, elegir correctamente a sus socios logísticos y mantenerse al tanto de las tendencias del sector puede marcar la diferencia entre un envío exitoso o una oportunidad perdida. En un mundo cada vez más interconectado y exigente, las navieras son, sin duda, uno de los pilares invisibles que sostienen la economía global.