Chancay: Entre la Promesa y los Desafíos Logísticos
El mega puerto de Chancay, inaugurado en noviembre de este año, representa una obra sin precedentes en la infraestructura peruana, diseñada para fortalecer las conexiones comerciales entre Sudamérica y Asia. Con una inversión de más de 3,600 millones de dólares, su construcción prometía optimizar las cadenas de suministro, reducir costos logísticos y posicionar al Perú como un eje estratégico del comercio internacional. Sin embargo, tras su puesta en operación, el puerto enfrenta serios desafíos logísticos que amenazan con retrasar sus beneficios económicos y operativos.
Aumento de Costos Operativos
Aunque Chancay se inauguró como una solución para optimizar la logística y reducir costos, las operaciones iniciales han mostrado un incremento inesperado en los gastos operativos. Durante la construcción, problemas como el hundimiento en Peralvillo y retrasos en obras claves, como el túnel subterráneo, aumentaron los costos de inversión, un impacto que ahora afecta las tarifas operativas.
Este aumento se refleja en mayores costos para los exportadores e importadores, lo que pone en riesgo la competitividad del puerto frente a otros hubs regionales. Además, los ajustes operativos necesarios para garantizar el flujo continuo de carga han añadido complejidad y gastos adicionales, generando inquietudes en los usuarios y operadores logísticos.
Infraestructura Vial Inadecuada
La falta de infraestructura vial suficiente sigue siendo un problema crítico para Chancay. Las carreteras que conectan el puerto con Lima y otras regiones clave no están preparadas para manejar el volumen de tráfico pesado que genera el mega puerto. Esto ha resultado en congestiones que ralentizan los tiempos de transporte, encarecen los costos de distribución y afectan el cumplimiento de plazos.
Por ejemplo, la carretera Panamericana Norte, la principal vía de acceso al puerto, enfrenta problemas de desgaste y saturación. La falta de rutas alternativas y conexiones eficientes limita la capacidad del puerto para operar a su máximo potencial, impactando la fluidez de las cadenas de suministro.
Escasez de Contenedores
A nivel global, la escasez de contenedores sigue siendo un problema que afecta directamente al mega puerto de Chancay. Tras su inauguración, la demanda de contenedores para manejar el flujo de carga excede la oferta disponible, generando retrasos y mayores costos logísticos.
Esta situación complica especialmente a los pequeños exportadores que buscan aprovechar las ventajas del puerto para competir en mercados internacionales. Si no se implementan estrategias para garantizar un suministro estable de contenedores, este problema podría limitar significativamente la capacidad del puerto recién inaugurado.
Complejidad Operativa y Gestión de riesgos
A pesar de las avanzadas instalaciones del puerto, su operatividad inicial ha enfrentado desafíos técnicos y logísticos. El túnel subterráneo de 1.8 kilómetros, una pieza clave para conectar las áreas internas del puerto, todavía no opera al 100%, lo que obliga a depender de rutas alternativas menos eficientes. Además, el uso de tecnología avanzada en las operaciones portuarias requiere personal altamente capacitado, algo que en las primeras semanas de funcionamiento ha evidenciado carencias.
La seguridad es otro punto crítico para el mega puerto. Tras la inauguración, la región ha experimentado un aumento en la actividad comercial, pero también en los riesgos asociados, como el contrabando, el robo de mercancías y posibles conflictos sociales con las comunidades aledañas. La ausencia de un sistema de seguridad integral ha generado preocupaciones entre los usuarios del puerto.
El éxito del mega puerto no solo depende de su infraestructura, sino también de la capacidad del Perú para enfrentar estos retos con planificación estratégica y cooperación entre el sector público y privado. Chancay tiene el potencial de liderar la logística en Sudamérica, pero solo si logra superar los obstáculos que enfrenta en su camino hacia la consolidación operativa.