En 2025, importar desde Asia ya no es una ventaja: es una necesidad competitiva. Pero también un desafío logístico que requiere visión, planificación y conocimiento técnico. En este artículo te contamos lo esencial para importar de forma segura, eficiente y rentable.

Asia sigue siendo el gran proveedor global, y para Perú representa un aliado comercial fundamental. China, por volumen; India, por innovación; Vietnam y Corea del Sur, por diversificación y eficiencia.

Sin embargo, el escenario post-pandemia ha dejado huellas: los fletes marítimos aún superan en 15–20% los niveles de 2019; hay regulaciones más estrictas en certificados, embalaje y trazabilidad; y ciertos puertos asiáticos presentan congestión crítica. Importar en 2025 exige algo más que decidir “qué comprar”.

Aquí cuatro claves para hacerlo bien:

1. Planificación de tiempos. Reservar espacios en buques o aviones con antelación evita costos extras y retrasos. La temporada alta (octubre–enero) puede triplicar los plazos.
2. Selección de proveedores confiables. Trabaja solo con proveedores que cuenten con certificaciones, historial de cumplimiento y buena reputación. Plataformas como Alibaba deben usarse con filtros avanzados.
3. Gestión aduanera especializada. Una declaración incompleta o incorrecta puede detener tu carga semanas en puerto. Apóyate en agentes de aduana con experiencia específica en productos asiáticos.
4. Socios logísticos integrales. Una empresa logística que brinde trazabilidad, asesoría en documentación, seguros y seguimiento, no solo mueve carga: protege tu inversión.

Las tendencias que marcarán el comercio exterior este año incluyen la trazabilidad digital con tecnologías como RFID, GPS o IoT; la logística sostenible —desde embalajes ecológicos hasta rutas con menor huella de carbono—; y la intermodalidad eficiente, que combina transporte marítimo, terrestre y ferroviario, especialmente desde hubs como el nuevo puerto de Chancay.

El éxito en las importaciones desde Asia no depende solo del producto que eliges, sino de cómo gestionas cada etapa del proceso. En 2025, la diferencia entre una operación rentable y un dolor de cabeza logístico está en los detalles.